De acuerdo a cifras publicadas por la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con 3.4 millones de toneladas de alimentos se podría proveer a las personas que padecen de hambre en México, que actualmente se estima una de cada cuatro personas está en situación de pobreza y sufre alguna carencia alimentaria. Por tal, una de las soluciones ante esta situación ha sido el rescate de comestibles a través de los bancos alimentos. Pero, ¿qué es un banco de alimentos y cómo funciona?

Los Bancos son organizaciones sin ánimo de lucro que hacen posible que los alimentos lleguen a niños y adultos que viven en situación de pobreza, con el objetivo de recuperar víveres perecederos y no perecederos en condiciones adecuadas para el consumo y así apoyar a la mejor alimentación de personas en situación vulnerable.

Las organizaciones crean y promueven programas de apoyo para voluntarios, y donativos de alimento. Como principales donadores se encuentran las centrales de abasto; de donde provienen las frutas y verduras; los supermercados, y las empresas de la industria alimenticia que contribuyen con alimentos no perecederos tales como granos, aceite, latas, cereales y demás. Gracias al trabajo de los voluntarios, se forman paquetes de “despensa” con un valor nutrimental importante, para después ser distribuidos a los beneficiarios, que son comunidades e instituciones.

Finalmente, lo ideal es que los paquetes sean seleccionados por un área de nutrición, para así buscar favorecer el estado nutricional de este grupo poblacional y contribuir a la reducción de enfermedades crónicas no transmisibles, originadas a partir de una mala alimentación.